Destaca su exuberante naturaleza, lo verde abunda con simple belleza, el lago le da el aspecto de ciudad recreo que tuviera su apogeo en el siglo pasado.
Es una ciudad para recorrerla definitivamente caminando, solo así se pueden captar: el aire puro que se respira, el clima benigno de frescura, la hermosa vegetación, tanto la que se desarrolla por sí sola como la que los dueños de casas y quintas cuidan.
El acceso por la ruta 2 Mariscal Estigarribia como por la que une las ciudades de Luque y Areguá, se encuentran en buenas condiciones, incluso para ir de noche. Por qué de noche? porque estar a orillas del lago a la luz de la Luna y sintiendo la suave brisa es algo sencillamente incomparable.
La entrada principal a la playa pública está a escasos metros de la estación terminal de una de las empresas de ómnibus que sale de la Terminal de Asunción y llega a esta ciudad. Así que no es para nada imprescindible ir con medio de transporte propio.
Desde la Iglesia de Areguá y debido a su ubicación en una altura, se tiene una de las mejores vistas del lago, pero también allí se puede apreciar una parte histórica de la ciudad, con sus casas antiguas y el templo de belleza singular.
Y si de gastronomía se trata, como muestra basta un botón: Restaurant "La Palmera" de la matrona Doña Ursula.
Ubicada sobre la continuación de la ruta a Ypacaraí y a 30 metros de la Avenida del Lago, este lugar se destaca por la calidez del lugar y la buena atención.
Es uno de los mejores lugares de la región para saborear comidas como la sopa paraguaya hecha al Tatacuá (horno de barro) o simplemente una picada "La Palmera", la cual a tan solo 30.000 guaranies (casi USD 8) permite saborear 10 productos diferentes.
Aquí se puede almorzar todos los días y cuenta con servicio de cena de viernes a domingos, incluso feriados.
Nos olvidamos de la artesanía?? quiere adquirir una planta de orquídea rara? no, pero eso queda para una siguiente entrada...
Disfruten de una de las ciudades más mágicas del Paraguay.
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